El cielo gira

Escribo desde la emoción y el intenso placer de haber disfrutado ayer de la esencia del hecho cinematográfico.

Es un privilegio enorme, desde mi condición de funcionario primerizo, poder ir en día de trabajo al cine a la primera sesión de la tarde, al que se suma vivir en una ciudad como Valladolid, en la que sobrevive (¿cómo?) una pequeña joya llamada Cines Casablanca, en la que el anacronismo es encontrar películas de los circuitos comerciales; casi en exclusiva, cine humilde y grandísimo, valiente y solitario.

"El cielo gira" de Mercedes Alvarez. Premiada en Rotterdam, París, Buenos Aires... Estuvo en la SEMINCI, pero no suscitó tanta atención. Cine documental, la directora fue montadora de "En construcción", de José Luis Guerin. El protagonista: Aldealseñor, un pueblo de los páramos altos de Soria y sus catorce habitantes, casi todos en su última edad, así como un pintor semiciego perfectamente incrustado en la historia, demiurgo de su propio destino. La voz narradora es la propia directora, última persona que nació allí.

No hay música, ni sentimentalismos o melancolías más que comprensibles, sólo una mirada paciente y entregada a un paisaje y un tiempo, de cuya necesaria interacción surge la ineludible transformación.

Esta semana nos bombardean constantemente con el estreno de la sexta entrega de "la guerra de las galaxias". Hace veinte años estaría deseando verla, ahora las seis películas juntas no me llenan lo que un minuto de esta limpia y pausada propuesta.

Todo cambia, todo gira.