el urdidor de embustes

Literatura, reflexión y otros aderezos

viernes, agosto 26, 2005

Diálogos: Delante y detrás

- De veras que hay días en que mandaría todo a paseo.
- Pero aguantas.
- Qué remedio, habrá que seguir tirando para adelante.
- Sí... aunque a veces sería más sensato mirar hacia atrás.
- ¿Y eso?
- Pues que, con un poco de suerte, hasta encontrábamos dónde perdimos el hilo.
- Yo cada año veo peor. Además, entre tantos hilos abandonados, ¿cómo sabrías cuál era el tuyo?
- ¿Sabes?, a mí también me empieza a fallar la vista.

martes, agosto 16, 2005

Diálogos a ras de suelo

- No te entiendo. Eres tú el que lo haces difícil.
- Mira, no sé cómo funcionarás tú con tu familia, pero en la mía las cosas cambian muy despacio. Cuando cambian.
- Vale, ya veo por dónde vas. Es verdad que tus padres son mayores que los míos y que seguramente sean más rígidos, pero tienes suficiente edad para plantearles tus opiniones abiertamente.
- No estamos hablando de opiniones, se trata de decir a tus padres que crees injusta y egoísta su actitud desde hace muchos años con un miembro de la familia. No es que a ellos les guste el pescado y a ti la carne, se trata de juzgarles.
- Pero bueno, ¿no han juzgado ellos cada paso que dábamos en la vida? Ahora ha llegado el momento de respetarse como adultos, joder, y si no lo quieren entender es porque no quieren bajarse del carro.
- No quiero tirar de tópicos, pero cada familia es un mundo.
- Tú lo has dicho, es un tópico y de los peores. Si lo siguiéramos, no existiría el análisis, la crítica, las leyes, la ciencia...
- Deja el discurso, anda. Me da miedo su reacción. No quiero romper el buen momento que pasamos ahora. Sí, también tengo mi parcelita de cobardía y egoísmo, como todos. ¿Por qué tengo que pringarme sin que nadie me lo pida?
- Porque ella, como todos, merece una vida mejor, y tú puedes echarle un cable.
- Llevo tiempo ayudándola. Pero sí, en el fondo son pequeños gestos para acallar la conciencia, para ir tirando y no abrir la caja de los truenos.
- Mira, no te martirices, pero tampoco te engañes. Y cambiemos de onda, porque esto de dar consejitos me sube el colesterol, que para bicho malo valgo yo bastante más que tú.
- ¿Una negra en el irlandés?
- A toda vela, gañán.