Cromática I
A ratos creces tanto, que aunque camines al lado de las palabras no las reconoces, o sencillamente no queda aliento para el saludo.
Despertado de la sombra
por pinceles impacientes
que descuelgan mi sonrisa.
Huella fértil, sacra herida,
orgullo de calma viva.
7 Comments:
En la dulce espera...
Terminó la espera.
¡¡¡ ALELUYA !!!
Otra vez ´prefiero la úlcera a aguantarles. ¿Que perversión me trae aquí? Hágame caso, acá el verano está a punto así que no nos caliente más la cabeza.
Ante la inmesurable cantidad de su obra, ante la incesante frecuencia con que nos la ofrece, uno no puede más que admirarse, como un infante que observara por vez primera desde el balcón de la casa de dios el universo.
Hablando en plata: ¡eres más vago que la chaqueta de un guardia! (con todo mis respetos por los guardias, pero los aforismos, son los aforismos, y no se pueden cambiar)
Esa gota de esencia que desgrana tan lentamente, apenas calma la sed de usted que tengo.
Toda la razón, Caque, estoy tan vago que ni miro porqué no me saca el Blogger mi identidad en los comentarios. Que mira que tengo buena excusa con Darío, pero vamos, que no, pólvora escasa y mojada.
Juan Carlos
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