el urdidor de embustes

Literatura, reflexión y otros aderezos

jueves, abril 28, 2005

Cocina teatral II

(Enlazando con fragmento I)

B. Nada, nada.
A. Eres un pendejo.
B. Se parten de risa. Deben haberse pimplado unos cuantos litros, porque para estar sentados ahí con este frío y echando esas carcajadas.
A. ¡Cómo eres! Luego dices.
B. ¿Y ahora qué pasa?
A. Si están sentados en la calle en invierno y se lo están pasando bien, es que están borrachos. ¡Hace unos años hacíamos cosas parecidas y podíamos llevar un par de cervezas en el cuerpo, o ni eso!
B. No sé... Nosotros nos lo montábamos de otra forma, ¿no?
A. (Mirada irónica)
B. Bueno, por esta vez te voy a dar un poquito la razón porque me pillas cansado, pero no te acostumbres.
A. Vale, papi. ¡Qué bueno eres, papi! ¿Me das la propina, papi?
B. Papi te va a dar una leche como no te calles.

(Pausa. Sonríen.)

A. ¿Estás seguro de que va a venir?
B. Que sí, hombre. Nunca fue puntual, pero si dijo que viene es que viene.
A. ¿Cómo la encontraste? Estaba ya castigada hace años.
B. Pues imagínate ahora. A todos la vida nos va dando golpes, todo depende de qué tal los encajas; y ella siempre llevó la guardia bastante baja.
A. Siempre fue una buenaza pero con muchas neuras, y encima se buscaba tíos conflictivos. Y eso te incluye a ti.
B. ¿Ves? Todo depende de qué lado estás en la plaza. Para mí fue muchas cosas menos una buenaza.
A. Aquello pasó hace mucho tiempo, pasa página de una vez.
B. Ya sabes que yo no he leído tanto como tú, lo de las páginas me cuesta.

lunes, abril 25, 2005

Tríada oscura

Desasosiega pero no empapa,
roza pero no rasga.
Los diarios la llaman
coyuntura internacional.
Dominación y sufrimiento.



La palabra no dicha,
la mirada sin destino,
crecen en calles espesas
como austero testimonio
de esa vida que no asienta.



Grietas en el horizonte.
Los ojos ya no sirven,
vomitar el temor y seguir.
Un nuevo juego
colgado de nubes sin memoria.

jueves, abril 21, 2005

Un arte cotidiano. Tipologías.

El buen conversador desarrolla su técnica personal cuando consigue el difícil equilibrio entre flexibilidad, humildad y sólidos criterios propios.

Esta técnica se pone en práctica de modo más acusado en las reuniones en grupo, ya que el tiempo de intervención de cada persona necesariamente es más corto y además pone a prueba nuestra capacidad de atención y conocimientos en diálogos multilaterales.

De aquí surge una rica tipología de la que iré dando mi versión y que se repite y repetirá por los siglos de los siglos (que le queden a este dolido planeta).

EL/LA "LORO". No puede evitarlo y si se lo planteas en un aparte juraría que no se da ni cuenta. El ha quedado en ese lugar y con esa gente y tiene mucho que contar porque su vida es un inmenso ajetreo.

Le resultaría inexplicable que a sus sufridos oyentes (cada minuto más desconectados) no les interese una mierda que su prima de Albacete se vaya a casar o que haya ascendido a gerente de una empresa local aquel compañero suyo de colegio que llevaba unas gafas horrorosas.

Tradicionalmente este papel se atribuía en mayor medida a las mujeres, pero la igualdad global lo empapa todo.

Es difícil pararles. Obliga al resto a claudicar ante el desaforado despliegue en un resignado silencio que se distrae con una chica de la barra o un fugaz pensamiento sobre qué voy a cenar esta noche o cosas parecidas, o a tomar una postura aguerrida y plantarle cara. O aún más, a plantarle en la cara unos cuantos naturales y algún par de banderillas hasta que el morlaco quede desorientado y herido en su parlante orgullo.

Exacto. No esperaba menos de vosotros. Mi único deseo era que pusiérais rostro a vuestros "loros"; pero no os ensañéis mucho con ellos, nunca se sabe qué tipo nos asociarían ellos a nosotros, y los tipos puros, afortunadamente, son escasos. Todos somos mezcla y deberíamos buscar siempre la tolerancia.

lunes, abril 18, 2005

Spanglish II

"¿El humor? No sé lo que es. En realidad, cualquier cosa
graciosa, por ejemplo una tragedia. Da igual"
Buster Keaton
Lunes, lluvioso, en plena incertidumbre climática primaveral, y aguantando malamente el empacho de elecciones vascas y fumatas varias, se imponía un spanglish para aguantar el tirón. Las palabras de una u otra forma surgieron este fin de semana con la compañía de un gran amigo.
  • CAUTELA. (cow= "cau"= vaca). 1. Se dice del modo de actuación consistente en analizar con cuidado las implicaciones de lo que ocurre a nuestro alrededor, caracterizada por una necesaria lentitud similar a las reacciones de una vaca "vegetando" en su prado favorito. 2. Habitual en la boca de nuestros nunca bien ponderados políticos y autoridades varias cuando se les avecina un marrón al que no saben cómo hincarle el diente.
  • FORNICAR. (four= "for"= cuatro; car= "car"= coche). 1. Pequeña orgía que se monta en un coche amplio entre cuatro personas. 2. Actividad del profesional del sexo cuya dedicación y buenas prestaciones le han permitido retirarse a un chalecito en cuyo garaje guarda cuatro coches.
  • FETIDEZ. (death= "dez"= muerte). 1. Olor sumamente desagradable que surge de la descomposición orgánica en la muerte de todo tipo de animales. Algunas personas son muy capaces de destilar altos niveles de esta podedumbre sin haber fallecido, siendo la de más inmediato recuerdo la de origen fisiológico, dejando arrinconada a la igualmente frecuente psicológica.

viernes, abril 15, 2005

Poema para el camino

Sensación de evolución
agua fresca que aclara los ojos.
No me escondo,
estoy aquí,
saboreando la luz imprevista.

miércoles, abril 13, 2005

Un arte cotidiano

A lo largo de la vida, hay características de una persona que siendo siempre básicamente las mismas, se van transformando. Para mejor o para peor, nunca se sabe.
Hablo de hablar. Del ejercicio más hermoso del que somos capaces y que marca nuestra identidad externa, haciéndonos crecer más allá de nuestra individualidad.
Pero más allá de esa capacidad primaria existe una habilidad derivada que nos ofrece momentos únicos, en los que se conectan sensibilidades y se crean atmósferas: la conversación.
¿Un arte, la conversación?¡Y de qué calibre! Pero, como todo arte, exige pasión en su vivencia, sentir que no hay nada más intenso que esas texturas mágicas que se entrelazan entre mentes que desean ofrecer y ofrecerse. Y ahí está el problema.
Naturalmente, existen casi tantos tipos de conversaciones como posibles interlocutores. En general, y yendo al meollo del asunto, las clasifico en dos: aquellas en las que me implico y aquella en las que no.
Considero que no nos implicamos cuando, por la propia naturaleza de la relación entre las personas, la conversación gira siempre sobre los mismos temas, como si existiera una barrera invisible e infranqueable que no se quiere superar y que determina que, cumplido el tiempo habitual del encuentro, se busque finalizarlo cortesmente lo antes posible. En la mayoría de las ocasiones existe el acuerdo tácito de que esto es así, en otras uno o varios de los individuos quieren implicarse y otro u otros no, lo que lleva a situaciones extrañas y desagradables que se enquistan, debido a que todos tenemos un reparo innato y lógico a decir a las claras lo que deseamos compartir con alguien, para evitar daños ajenos y, en otras ocasiones, propios.
Clara minoría son aquellas en las que nos implicamos, porque allí donde ponemos nuestra calidad interior siempre es más exiguo. Son aquellos encuentros que nos reconfortan, en los que arriesgamos y ponemos en juego las ideas profundas, los problemas que nos torturan, las ilusiones a las que tratamos de dar forma, donde ya no sólo es importante la palabra sino también o aún más la mirada y lo que se desliza entre las frases. Normalmente este tipo de comunicación se produce entre dos personas, raramente más.
Aparte de otros interrogantes que espero plantear en otras reflexiones, hoy dejo caer aquella que me parece más obvia: ¿Es deseable una actitud activa para trabajar en el "trasvase" de cantidad a calidad, o es más coherente dejarse llevar?¿la mayor dificultad a esa actitud activa serían las tristes leyes del premio y del mínimo esfuerzo que nos hace preguntarnos si se nos recompensará por ello y si los demás me entenderán?

lunes, abril 11, 2005

Impresiones

Hay detalles de un paisaje, de una luz, de un momento del entendimiento y del corazón, que crean imágenes tan profundas que la creación poética es pura descripción gozosa.
Así me ocurrió una mañana nublada, con la primera luz tenue del amanecer, al mirar desde la ventana del tren una extraña roca alargada de la sierra de Avila, apartada del resto, y cuya tensión en sus sinuosas formas parecía que me hablaba de tú a tú, de esencia a esencia.


El gigante solitario
cruza la llanura inmensa.
Piensa en tantas cosas que terminan
y en los años que le quedan.
Nubes, viento, luz envuelta.

jueves, abril 07, 2005

Fragmento de cocina teatral

A. Mira, allí enfrente, sentados en la tapia del solar.
B. Ya, ya. Dos mendigos. No están haciendo nada de particular, ¿no?
A. Te lo has perdido. ¿Por qué dices que son dos mendigos?
B. Hombre, con esos pelos, esa ropa y sentados en el suelo...no me parece que sean felices ejecutivos.
A. Bien, pues dejémoslo en que parecen mendigos.
B. ¡Cómo te gusta tocar las narices!
A. ¿A qué viene eso?
B. Pues viene a qué siempre que te pones estupendo tienes que puntualizarme en bobadas.
A. No es eso. Lo único que digo es que hay muchos chavales que van de hippies por la vida y sus padres son concejales o directores de banco.
B. ¿Y todo esto a qué venía?
A. Les vi dándose un beso y un abrazo. Era... bonito.
B. ¿Un beso en la boca?
A. Sí. ¿Te escandaliza?
B. No, porqué me iba a escandalizar.
A. Pues has puesto una mueca que parecía lo contrario.
B. ¡Ah, parecía...! Sigue tus propios consejos y no te fíes de las apariencias.
A. Tocado.
B. Lo que me ha chocado es que te resultara... bonito.
A. ¿Qué quieres decir?

miércoles, abril 06, 2005

Raciones de frivolidad: Spanglish

Hace bastantes años, no digo más que casi nadie tenía un móvil, yo ya me divertía mezclando en una misma palabra un término en castellano y otro en inglés. En realidad siempre he disfrutado con los juegos de palabras, aún siendo consciente de que a mucha gente le parece una práctica bastante cargante y poco graciosa. En algunos casos mi orgullo me defiende pensando que a ellos lo que les molesta es que no tienen esa habilidad. Otras, soy yo mismo el que no me defiendo.
Mi forma habitual es incrustar en la palabra en castellano la pronunciación de la inglesa, de tal forma que al leerla se corresponda con el vocablo español; y luego, como si fuera un diccionario, explicar el significado desde una perspectiva muy personal.
No sé si será esta semana tan cargada de lutos o los cambios de ánimo primaverales, pero necesitaba inyectarme un poquito de humor. No hay nada más importante que encontrar el puntito vacilón al día. Estos dos son fresquitos, del tren de esta mañana.

  • CLOUDICAR. (Cloud="claud"=nube) Momento terrible en el que la panda de amigos tiene que recoger las botellas de vino, los vasos, el choricito, la tortilla y el pan debido a que a Paco Montesdeoca no le pagan por adivinar la hora en que la borrasca anunciada va a empezar a jarrear agua como una posesa.

  • ALFAITHAR. (Faith="feiz"=fe) Lugar en el hogar de todo creyente donde se "enmarcan" sus oraciones y ruegos dirigidos al horizonte. Si su credo es el musulmán la ventana elegida, obviamente, será la orientada a la Meca.

Todo el mundo tranquilo, prometo escribir más literatura que spanglish, pero uno tiene sus debilidades.

viernes, abril 01, 2005

PARA DESPEREZARSE

Me gusta estar informado. Ojeo periódicos, de papel y digitales, veo telediarios, escucho bastante radio, incluso me leo suplementos en su práctica integridad, lo que sé que a la larga tendrá fatales consecuencias para mi salud mental. Irremediablemente, y en bastantes ocasiones, viene el hastío ante tanto dato, opinión, entrevista, estudio, efeméride, etc. Es el mundo que tenemos y la posibilidad de opción pasa casi en exclusiva por desintoxicarse de vez en cuando de tanta gaita y dejarse invadir por la gente, la calle y el presente.
En esa línea van los dos poemas que ofrezco:


Siendo escaso el tiempo
y el olor de las culpas,
oigo brotar sonrisas
correteando por mi nuca.
Es la caricia del ahora.

Me cansaron las palabras
de puntual recorrido,
de alas rutinariamente blandas.
Cada día necesito menos
la ilusión de sueños prestados.